- Milf, eso es culpa tuya. Ahora recoge que nos vamos.
No me pod铆a creer lo que iba a hacer, pero ya estaba cansada de ser la madre y trabajadora perfecta. Ahora iba a ser una Milf, bien follada. ¡Qu茅 co帽o una Milf! Soy una WHIP.
Me termin茅 la cerveza mientras 茅l se acercaba a la barra a pagar. No perd铆 de vista su lenguaje corporal ni tampoco como el camarero le miraba y me miraba.
Estoy segura de que no era la primera “madurita” que llevaba all铆, y la verdad, no me importaba.
Aprovech茅 para pasar al servicio, siempre hay que estar lista para cualquier ocasi贸n, y m谩s sabiendo lo que iba a pasar.
Entr茅 al ba帽o dispuesta a retocarme el maquillaje y asearme un poco. Todas las mujeres saben lo que eso significa, benditas toallitas 铆ntimas.
Estaba apoyada en el lavabo intentando retocar el eyeliner cuando sent铆 que la puerta se abri贸.
Cuando me di cuenta unos brazos fuertes me abrazaban desde atr谩s. Unos labios besaban mi cuello y una mano traviesa se hab铆a colado por debajo de la blusa.
Agarr贸 fuertemente mi pecho, lo apret贸 mientras sus dientes se clavaban suavemente en mi cuello. Respir茅 profundamente mirando al espejo.
All铆 me encontr茅 con su mirada, unos ojos color miel, perturbadores, analizaban cada gesto de mi cara, cada se帽al de placer. Con cada mordisco, mi cuerpo reaccionaba. Con cada apret贸n, mi pez贸n se endurec铆a m谩s.
Su lengua recorri贸 mi cuello hasta el l贸bulo de la oreja, su otra mano empez贸 a subir mi falda con dificultad.
Le ayud茅 a terminar de subirla, quedando 茅sta a la altura de mis caderas. Dej茅 de sentirlo en mi cuello y en mi pecho, para notar sus dos manos en mis nalgas.
Las apretaba, acariciaba, se notaba que estaba disfrutando del tacto suave de mi piel.
Desapareci贸 del espejo, all铆 agachado con su cara a la altura de mis gl煤teos, sus manos los masajeaban, empec茅 a sentir sus labios en ellos. Besos dulces los recorrieron, mientras sus manos los apretaban para juntarlos.
Dej茅 de sentir sus manos, pero su boca segu铆a besando mis nalgas.
Retir贸 mi braguita a un lado, y su lengua recorri贸 desde la curcusilla hasta lo m谩s profundo que la apertura de mis piernas le daban acceso.
¡Dios! ¿En serio me iba a comer el culo en el servicio del bar? Ohhhh s铆...
Sus manos guiaron mi espalda hacia delante, con su mano en mi nuca me tumb贸 en el lavabo, de regreso sus dedos fueron recorriendo mi espalda, con la palma de la mano abierta, acariciando cada cent铆metro de esta mientras su boca segu铆a besando mi culo.
Con la cabeza agachada y suspirando por sentir su lengua y sus dedos entre mis piernas, intent茅 darle m谩s acceso.
- Milf tranquila, ya har茅 yo por llegar. S贸lo espero que no tengas demasiado cari帽o a estas braguitas.
Y de un tir贸n las arranc贸 de mis piernas, me las abri贸 m谩s y sent铆 su cara completamente encajada en mi culo.
- Ufff Yogurin, esa lengua, me gusta.
Su lengua completamente abierta lami贸 mi ano mientras sus dedos iniciaban una incursi贸n por mi sexo mojado.
- Vaya, vaya, vaya Milf. Est谩s… muy mojada peque帽a.
Se levant贸 acerc谩ndome hacia 茅l, llev贸 sus dedos impregnados en mis fluidos a mis labios, dibuj谩ndolos al igual que hab铆a hecho con las bravas, para despu茅s besarlos apasionadamente.
No s茅 lo que dur贸 el beso, pero s铆 s茅 que mi sexo se moj贸 m谩s a煤n. Se separ贸 de m铆 y lami贸 sus dedos mir谩ndome fijamente.
- Mmmm Milf est谩s muy pero que muy rica. Creo que eres la m谩s rica que he probado nunca. Y cr茅eme, he probado muchas en mi vida.
- Jejeje eso se lo dir谩s a todas, pero sinceramente… no me importa. Ahora baja y termina lo que has empezado Yogur铆n.
Como un ni帽o obediente volvi贸 a desaparecer del espejo y sumergi茅ndose de nuevo entre mis piernas chup贸, lami贸 y posey贸 mi sexo con sus dedos y lengua.
Despu茅s del orgasmo no dej贸 que me limpiara, y salimos del servicio, 茅l con un empalme de tres pares de narices y yo con las piernas chorreando de mi corrida.
El camarero nos miraba a sabiendas de lo que hab铆a pasado, esa cara de complicidad con 茅l lo dec铆a todo.
Nos montamos en el coche de nuevo y comenz贸 a conducir. Iba ensimismada en mis propios pensamientos, cuando me quise dar cuenta est谩bamos en la puerta de mi casa.
“¿Eso iba a ser todo? ¿Un dedo en el servicio de un bar?” No me lo pod铆a creer, pero as铆 era.
Aparc贸 el coche, se baj贸 y me abri贸 la puerta. Me tendi贸 la mano para que bajara y me acompa帽贸 al portal.
- Ahora MILF sube y disfruta de tu familia. Estaremos en contacto. Porque, adem谩s de tener que terminar el coche, tu sabor me ha encantado y tu co帽o se merece muchas buenas comidas.
Ya duchada, acostada y en la oscuridad de mi habitaci贸n, me qued茅 recordando lo que hab铆a pasado, y valorando si hab铆a merecido la pena.
Y mi sexo me sac贸 de dudas al mojarse recordando lo acontecido.
¡Qu茅 ganas de volver a verle! ¡Qu茅 ganas de sentirle de nuevo entre mis piernas!
Y ¿Por qu茅 no decirlo? Quer铆a saber c贸mo me follar铆a.
1 Comentarios
Gran historia, con la secuencia marcada en el real erotismo de la autora, interesante la secuela, excitante la narraci贸n, esta es la segunda historia que he le铆do y quedo realmente por el manejo de las expresiones, los sentimientos y la satisfacci贸n de una buena novela corta.
ResponderEliminarD茅jame saber que te pareci贸 este relato, por favor solo te pido que seas respetuoso con lo que escribes