Escritor PÃcaro
Esta es la historia del Escritor PÃcaro (EP) y de Loba mesetaria (LM).
EP y LM se conocieron en un grupo de relatos eróticos. En ese grupo habÃa reglas pero EP no las habÃa leÃdo, asà que por el azar escribió a LM que, en principio le ignoró.
EP fue educado, asà que LM la segunda vez que le escribió, accedió y empezaron a hablar.
Estuvieron hablando por dÃas, música, vida en general, y por qué no decirlo, alguna conversación subida de tono, picarona, dado el alias de EP.
Conforme pasaron los dÃas, EP le dijo a LM que su familia iba a viajar a Madrid, (de donde era la famila de su pareja) y casualidades de la vida, LM tenÃa que viajar a Bilbao por trabajo. Por lo que lo organizaron para que ambos viajes coincidieran.
Al llegar a Bilbao LM se hospedó en el Hotel Meliá, y avisó a EP de que ya habÃa llegado. Quedaron para verse por la tarde, ya que ella tenÃa que trabajar.
Por la tarde nerviosa, se duchó y se arregló. No sabÃa muy bien que ponerse, ya que no se conocÃan y no sabÃa qué pasarÃa. Él la excitaba y la hacÃa sentir deseada, asà que optó por un conjunto negro de lencerÃa, unos vaqueros bien prietos y una camiseta lencera que pronunciaba su escote. Acompañaba el look unas botas estilo militar, para romper con el estilo.
Quedaron a las 6 en la cafeterÃa del hotel.
Él se presentó con chaqueta estilo americana informal, un polo sin cuello y chinos.
Cuando apareció por la puerta casi la da un infarto, qué porte tenÃa, qué elegancia y qué saber estar. Se le vino a la cabeza cómo serÃa en la cama. Jejeje
Se presentaron y estuvieron, todo hay que decirlo, algo nerviosos. La conversación fue fluida, pero se notaba la tensión que habÃa entre ellos.
Asà que con la excusa de haberse olvidado algo en la habitación, LM y él muy caballeroso, subieron.
Ella podÃa sentir la respiración de él algo agitada a su espalda mientras abrÃa la puerta.
Nada más entrar y cerrar la puerta, él la cogió de la mano y de la cintura y la besó. ¡Madre que beso! HacÃa tiempo que a ella no se le revolvÃa por dentro. Beso apasionado, como si hubiera estado comprimido durante largo tiempo.
Obviamente fue correspondido, se besaron durante un largo rato, sin dejar de acariciarse.
En un momento dado, ella le empujó sobre la cama, se quitó las botas , los pantalones y subió a horcajadas sobre él.
Le empezó a desvestir mientras hacÃa ligeros movimientos pélvicos y le besaba. Comenzando a sentir como su pene iba reaccionando a la situación.
Ella sabÃa que a él le gustaba mandar, asà que después de tenerlo desnudo, se bajó de encima y él respondiendo a la excitación se abalanzó sobre ella. Dejándola inmóvil. En ese momento se miraron a los ojos y el fuego, la lascivia y la perversión se vieron reflejados en ambos.
La dio la vuelta, dejándola boca abajo con medio cuerpo en la cama y medio fuera. Fue acariciando lentamente la espalda y los costados de ella, hasta llegar a las caderas. Ahà se detuvo para mirar el culo, ese culo que tantas veces le habÃa dicho que le gustaba y que querÃa someter.
Empezó a tocarla las nalgas, esas nalgas blancas y grandes, de vez en cuando metÃa un poco las manos entre los cachetes llegando a acariciar el interior, rozando el ano y llegando a su coño. Está empapado de la excitación y deseoso de ser comido y follado.
Pero él llevaba su ritmo, le retiró la braguita y la elevó un poco las caderas, para tener una mejor visión y acceso.
Y comenzó a lamerle el ano despacio, sus manos seguÃan acariciando el cuerpo de ella, hasta que llegaron al culo y empezaron con su labor.
Se ayudaba para abrirla, pero ella al final estaba tan excitada que se abrÃa sola, dándole la oportunidad de usar las suyas para estimular su clÃtoris e ir dilatando el ano.
Ella gemÃa y suplicaba que le comiera el coño, pero él querÃa que le rogara, asà que siguió pasando su lengua por el ano y sus dedos por su coño. Un coño empapado y deseoso, donde metió un dedo despacio, para hacerla sufrir, luego 2 y según se iba estremeciendo ella, le asestó una embestida que no se lo esperaba.
¡Joder que polla tiene! Pensó, mientras él se la metÃa en su coño a la vez que la tocaba el culo.
A las pocas estocadas él se quitó y la giró, encontrándose nuevamente sus ojos.
La empezó a comer el coño. Su lengua pasó por cada centÃmetro, jugó y mordisqueó su clÃtoris, llegando a bajar e introducir su lengua en ese coño deseoso.
La espalda de ella se arqueaba y su respiración se aceleraba cada vez más, y cuando eso pasaba, él paraba. Diciéndole: te dije que te iba a someter.
La incorporó en la cama, quedando su cara a la altura de su cadera. Con una inmejorable imagen de su pene empalmado, luciendo un hermoso glande. Ella alzó la vista y con eso bastó, comenzó a lamerle el glande, bajando hasta la base del pene. Para una vez bien lamido metérselo en la boca y comenzar a subir y bajar, mientras su lengua jugaba alrededor y dentro de la apertura de su glande.
Durante la felación se ayudó con las manos, acariciándole los huevos y tocándole en ese punto entre los huevos y al ano que les vuelve locos.
La respiración de él era muy, muy agitada asà que ella paró (quizás para vengarse) pero él la cogió del pelo por la nuca y la levantó. La besó y la volvió a tirar encima de la cama poniéndola a 4.
Él se subió y comenzó sus embestidas de nuevo, la primera lenta pero profunda para ir subiendo el ritmo continuamente. Una detrás de otra, los gemidos de ella le marcaban el ritmo, hasta que en las últimas más potentes y profundas los 2 se corrieron por primera vez juntos.
Fue su primera vez en esos dÃas, casi como una operación de reconocimiento, las siguientes veces…. Mmmm ya me lo cuentas tú.
0 Comentarios
Déjame saber que te pareció este relato, por favor solo te pido que seas respetuoso con lo que escribes