- Aquí nene , pasando la tarde.
He pensado que ya llevamos un tiempo juntos, y bueno… Tú siempre me preguntas cuál es mi fantasía.
- Joder, nena…. Me estoy poniendo solo de pensarlo…. Dame un aperitivo…. Anda…
- Raúl, mañana a las 20 en mi casa. Jijiji
Tras colgar el teléfono, Laura se puso a pensar en lo que necesitaba para su fantasía. Hizo una lista y salió de casa.
Tengo que comprarme un conjunto monísimo, pensó. Un antifaz a juego y unas cuerdas por si acaso. Jejeje, se rió.
Necesitaré también una sábana que cubra la butaca y…. Qué más…. Ah! Sí, que no se me olvide llamar a Susi. Raúl, lo va a flipar…
A la tarde siguiente, Laura empezó a colocar su habitación. Movió un poco su cama, para que quedara justo en frente de la puerta. Ató las cuerdas que había comprado el día anterior al cabecero, una a cada lado. Y dispuso el sillón justo en la esquina de la habitación, desde donde se veía la cama y el espejo de pie que tenía al otro lado la habitación. Tapó con la sábana el sillón y puso encima de la mesita un plato con velas.
Ahora era el turno de ella, se dirigió al servicio a darse una ducha, se depiló bien, sobre todo la zona genital, sus ingles, los labios de su vulva y la zona anal.
Se hidrató con crema olor a caléndula (olor que le parece muy sensual), se maquilló ligeramente la cara: un poco de rímel, colorete y lápiz labial rojo pasión (difuminado). Y se hizo ondas en su melena rubia ceniza.
Buscó en el armario la ropa que había comprado la tarde anterior y, con cuidado, se la puso.
A las 19:30 sonó el timbre, era Susi. Una morenaza de ojos verdes de 1,70 cm, pechos redondos bien puestos, cintura estrecha y unas caderas marcadas.
- Jajaja, anda pasa que te tienes que cambiar.
Las chicas se fueron a la habitación de Laura, donde ésta sacó el conjunto de Susi.
- Recuerda Susi lo que hemos hablado. Eres un amor por hacer esto por mí.
- Ya sabes que sin problemas.
Dijo guiñandole un ojo.
A las 20 en punto volvió a sonar la puerta, pero esta vez era Susi la que se dirigió a abrirla.
Raúl quedó boquiabierto, allí estaba Susi (para Raúl una mujer con un antifaz negro, picardías negro, medias negras hasta mitad del muslo, unos tacones de aguja y una melena negra ondulada).
Susi no dijo nada, solamente señaló la puerta de la habitación de Laura. Raúl abrió la puerta y entró seguido de Susi.
La habitación estaba iluminada con las velas que había colocado Laura, sonaba música de fondo, sensual y sugerente. Susi le indicó que se sentara en el sillón y le tapó los ojos con un pañuelo.
Raúl, a pesar de no haber pasado nada todavía, ya estaba excitado. La idea de que hubiera una mujer vestida como estaba Susi en la casa de su novia….
Hizo que su imaginación se disparase. No podía dejar de pensar en lo que había planeado Laura, lo que quería hacer…. Y si realmente iba a…… Joooodeer, follarse a 2 mujeres.
¡Vamos Raúl campeón tú puedes! No paraba de decirse. ¿Cuándo te volverás a ver en otra como ésta?
A los pocos minutos Susi le quitó el pañuelo y cuál fue su sorpresa…. Ahí estaba ella, de rodillas en la cama con un picardías negro con detalles rojos, la zona del pecho le quedaba de muerte, sus tetas eran pequeñas y se las realzaba, las caderas eran perfectas y… llevaba otro antifaz a juego con el picardías.
Susi le entregó un sobre cerrado que ponía “Ábreme”.
Raúl lo abrió y comenzó a leer.
Las reglas del juego son sencillas:
1. En ningún momento podrás ver las caras de las chicas.
2. Harás todo lo que la chica del antifaz negro y rojo ordene.
4. No podrás levantarte del sillón hasta que te den permiso.
5. Si aceptas el juego, deja las reglas sobre la mesa y…. Ponte cómodo.
Raúl dejó las reglas sobre la mesa, no sin antes tocarse el pene instintivamente.
La chica de la cama hizo una señal a Susi para que se acercara y subiera a la cama. Susi se acercó lentamente, moviendo sensualmente sus caderas al andar, al ir a subirse a la cama subió la pierna derecha, hizo una pequeña pausa dejando su precioso culo al descubierto.
Raúl se dio cuenta que la chica no llevaba ropa interior, pudo apreciar sus nalgas e incluso asomándose un poco, los labios de su sexo. Raúl no podía creer lo que estaba a punto de pasar.
Susi miró de reojo y vio como Raúl la observaba, terminó de subirse a la cama y se acercaba a Laura gateando , contoneando las caderas como si de una gata se tratara.
Al llegar a su altura, Laura acarició su hombro, y recorrió su brazo con su mano. Al mismo tiempo Susi imitaba sus movimientos. De los brazos pasaron al cuello, se acercaron y…. Al juntar sus caras, sus labios se encontraron, empezaron a darse pequeños besos, tiernos.
Sus manos se fueron a sus nucas entrelazando sus dedos en su pelo.
Laura llevó su mano derecha al pecho de Susi, empezó a acariciarlo por encima del picardías, pasaba del derecho al izquierdo mientras el ritmo de sus besos se iba intensificando.
La bajó los tirantes, dejando al descubierto sus tetas. ¡Dios qué pezones! ¡Cómeselas nena! Pensó Raúl.
Susi hizo lo mismo con Laura, primero acarició sus tetitas por encima de la ropa, dejó caer sus tirantes, y allí aparecieron ellas, pequeñas, blancas con unos pezones rosados que gritaban ¡cómeme!.
Raúl estaba cada vez más impaciente por ver lo que pasaría, tenía una lucha interna entre mirar o lanzarse a participar, pero recordó las reglas, así que …. Se quedó en el sillón mirando, disfrutando de lo que estaba viendo y de lo que se avecinaba.
En ese momento, recordó una de las reglas,
estaba obligado a disfrutar así que…. Sus manos empezaron a acariciar su miembro por encima de los pantalones, disimuladamente por si la chica del antifaz negro y rojo le veía.
Mientras, en la cama Susi comenzó su descenso por el cuello de Laura, sus labios y su lengua dibujan una línea perfecta, encaminada a su clavícula. Sus manos seguían tocando sus tetitas, daban pequeños pellizcos a sus pezones hasta que llegó con su lengua y sus besos a su pecho derecho. Sacó la lengua y empezó a chupar su pezón, desde la posición de Raúl se veía todo perfectamente. Su lengua pasaba por él, lo lamía y besaba. Laura soltó una pequeña queja cuando Susi sin querer, la mordió un poco más fuerte el pezón. Pero rápidamente Susi la colmó de besos y de un breve masaje en la tetita.
Laura se tumbó en la cama acompañada de los besos y caricias de Susi. La lengua de Susi disfrutó de los dos pechos de Laura, pasó del izquierdo al derecho y en el camino de vuelta comenzó su descenso por el canalillo, sin dejar de acariciar a su amiga.
Llegando al ombligo Susi siguió bajando, bajó un poco la braguita negra de su amiga dejando al descubierto su pubis perfectamente depilado, salvo por un estrecho hilo que iba desde el pliegue de sus labios a la mitad del pubis. Susi iba bajando por Laura, y ella a su vez quedaba de espaldas a Raúl, por lo que en esa postura Raúl tenía una visión privilegiada de las dos mujeres. Podía ver a Laura y el culo y los labios de Susi.
El espejo que había colocado Laura estratégicamente permitía ver lo que pasaba entre sus piernas. Laura tumbada, Susi besando su pubis y cada vez bajando más su braguita.
Susi terminó de quitarle la braguita y puso a Laura con las piernas apoyadas en la cama. ¿En serio va a ocurrir? Pensó Raúl.
Laura se medio incorporó en la cama y dejando a Susi entre sus piernas miró a Raúl y dijo:
- Nene, disfruta como lo voy a hacer yo.
Entonces Susi empezó con su labor, dio un lametón rápido para continuar más despacio. Primero por los labios exteriores, entremetiendo un poco su lengua en los interiores, los recorrió lentamente, variando la presión ejercida. Cuando estaba arriba se acercaba al clítoris pero no llegaba a tocarlo, lo rodeaba. Mientras, Laura se tocaba las tetas y se acariciaba la tripa y el cuello. Y Raúl ufff… Raúl no podía más, estaba totalmente empalmado al ver cómo le estaban dando placer a su chica y de cómo ella se estaba tocando. No aguantaba más, por suerte para él, la chica del antifaz negro y rojo le dijo:
Raúl no perdió el tiempo, se desabrochó el pantalón y liberó su pene de la presión a la que estaba sometida. Salió como un resorte.
Laura desde su postura miró y vio el hermoso pene que tenía su chico. Siempre le había gustado su glande, rosáceo y la suavidad del mismo. Pero tendría que esperar para probarlo esa noche…
Continuará.
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