Adicciones 4

El descubrimiento del Andrómeda había sido una salida espectacular para mis apretones por la zona, y sobre todo porque Rober me dejaba usar siempre alguno de los reservados para mi pequeño disfrute. 

Una noche que salía con mis amigas me dio un calentón, mandé un mensaje en la app. 

Me respondieron varios, me apetecía comer polla, sí, cómo lo oís. 

No quería nada más, solo me apetecía que me llenaran de lefa la boca.

Desde que me lie con Rober no había vuelto a comer ninguna polla que no fuera la suya, y la verdad, me apetecía saborear carne nueva, carne fresca, así que uno de los requisitos que puse fue que no tuviera más de veintidós añitos. 

No por nada en especial, si no porque él me daba todo lo que hasta esa noche había necesitado.

Quedé con @melacomes en la barra donde estaba Rober, le pedí un pase para una de las salas. 

Con una sonrisa de vicioso nos miró, me dio un pico, un azote en el culo, y dijo: 

-  No sé lo que te habrá pedido, pero espero que la dejes plenamente satisfecha.

Nos dirigimos hacia la sala cinco. 

Nos acompañó en esta ocasión una chica que apenas llevaba unas semanas.

Su nombre era Cris, espectacular. Alta, unas piernas infinitas, una melena morena que la llegaba por la cintura, el antifaz dejaba entrever unos ojazos verdes, y sus labios, sus labios eran carnosos y muy apetecibles.

Vestida con el uniforme femenino del Andrómeda, iba de escándalo. 

Subida en esos tacones de diez centímetros, con ese corpiño, sus medias a medio muslo, ese tanga dejando ver esas nalgas que tan sensualmente movía. 

Daban ganas de pedirla que se uniera a nosotros.

Una vez en la sala, le pedí a Cris que por favor nos trajera un par de mojitos. 

Se retiró y a los cinco minutos volvió con ellos. 

La verdad es que desde mi encuentro con Rober, me había vuelto más social con “mis pedidos”, y no iba tan directa. 

Y es cierto, sacas mucho más de lo que esperas. 

Mientras que Cris venía, estuve hablando con @melacomes, pero estaba ansiosa. 

Llevaba desde la noche anterior sin sexo, ni siquiera conmigo misma, y estaba como decirlo, desesperada. 
Así que para ir adelantando el trabajo, le empecé a tocar por encima del pantalón. 

Parece mentira que siendo un crío como lo era, estuviera en una app como ésta.

Cris llegó, nos sirvió los mojitos y se retiró. 

Cómo siempre, nos dejó encima de la mesa el cestito con todo lo necesario y dejó a la vista el panel de control.

Según salió por la puerta, le di un buen trago a mi mojito y me puse de rodillas delante de @melacomes

Desabroché su bragueta, y con mis manos acariciando sus caderas le bajé con los dientes los bóxer. 

O al menos lo suficiente para que el capullo asomara.

¡Qué delicia, qué pinta tenía! 

Era blanquito, se le notaba levemente las venas, dándole un ligero toque rosáceo. 

Me acerqué a él, inspiré y, su olor me cautivó. 

Sorprendentemente olía a limpio, ya eran las dos de la mañana, por eso lo de sorprendentemente. Saqué mi lengua y recorrí su capullo con delicadeza. 

Tenía ganas, pero quería disfrutar de aquella polla el mayor tiempo posible. 

Tenía la impresión de que en el momento que acelerara el chavalito no me aguantaría ni un asalto.

Así que como si de un acto de amor se tratara, chupé y lamí lentamente su glande, mis manos seguían en sus caderas, mi lengua se centró en su capullo, jugaba con su meato, succionaba lentamente.

@melacomes tenía puestas las manos en mi cabeza, y de vez en cuando hacía intención de apretar para que me la introdujera del todo en mi boca. 

Pero cuando hacía eso, mis uñas se clavaban en su cadera, dándole a entender mi disconformidad.

Mi boca se ajustaba perfectamente al ancho de su glande, y mi lengua juguetona hacía de las suyas con su frenillo. 

Separé mi boca, lamía de manera ligera y con fluidez. Su polla cada vez estaba más gorda, sus venas cada vez más marcadas, y yo cada vez con más ganas de degustar esa leche rica, ya me había dado un pequeño aperitivo con su preseminal. 

Jamás había visto, o catado, tanto preseminal en tan poco tiempo. 

Me encantaba y quería más.

Aceleré mi lengua, sentí como sus huevos se subían, lo quería todo, así que me la metí sin más. De la boca de @melacomes salió un gemido y un “Joder. ¡Qué boca tienes!”.

Acompañaba los movimientos míos con sus manos, puestas a la altura de mis pómulos se dejaban guiar por un movimiento sensual pero profundo. 

Mi boca se llenaba de esa joven verga, de esa exquisitez, de ese suculento manjar que estaba a punto de estallar para mí. 
Mis movimientos se aceleraron, cada vez estaba más cachonda y quería sentir el calor de su explosión ya, succioné, lamí y profundizaba más y más. 

Sus manos apretaron mi cara contra su pelvis y en dos explosiones me dio todo su lefa, la sentía recorrer por mi garganta, mi boca estaba llena, qué rica que estaba.

Cuando terminé de tragar, la retiré de mi boca y la limpié, dejándola reluciente. 

@melacomes me miró, me pidió permiso y me dio un dulce beso: “Muchas gracias, espero que hayas disfrutado tanto como yo”.

Salió del reservado con el mojito en la mano. Yo me quedé tranquila en el reservado, terminando mi copa, cuando la puerta se abrió, era Cris.

-  Alex, me ha dicho Rober que por favor le esperes aquí. Qué tiene una sorpresa para ti.

-   Jijiji. ¿Qué será? Dile que vale.

Cris se volvió a ir, dejándome sola de nuevo. 

De repente me dio curiosidad por saber qué estaría pasando en la sala central. 

¿Se podría mirar? 

No siempre se puede, pero cuando sí….. Es una experiencia sin igual. 

Me da mucho morbo ver a otros.

Para mi decepción no se podía ver en la sala central, pero Rober apareció por la puerta acompañado de Cris. 

Venían con una botella de Moet Chandon con su correspondiente cubitera y unos canapés.

Cris colocó las cosas y se quedó quieta al lado de la puerta. 

Rober me agarró y me besó de forma apasionada.

-  ¿Estás preparada @damemuchoybien? Esto creo que va a ser una nueva experiencia para ti .

-   Mmmm. Eso espero.

Comenzó a besarme apasionadamente, sus manos en mi cuello, su boca devoraba mis labios y yo incomprensiblemente me dejaba llevar.

 ¿Qué me habría preparado? Estaba impaciente por mi sorpresa.

Me levantó del sillón y comenzó a bajarme la cremallera del vestido, bajó los tirantes y con mucha sutileza lo dejó caer al suelo, dejándome en ropa interior. 

Recorrió mi cuello, sus manos acariciaban mi espalda, bajando a mi culo, apretándolo. 

Comenzó a bajar mi braguita, mientras sus labios besaban mi cuello. 

Terminé de bajarlas con los pies. 

A continuación desabrochó el sujetador y me lo quitó. 

Quedé desnuda ante él, me separó un poco, cuando sentí otras manos que se hacían paso hasta mi pecho. 
Abordándolos desde abajo, miré hacia ellas y vi unas manos con manicura francesa. 

Rober se agachó recorriendo mi cuerpo con su lengua, qué sensación más rica, su lengua húmeda dejando un rastro hasta mi pubis.

Yo quedaba de espaldas a la puerta, por lo que no podía ver quién era a ciencia cierta, pero la única que podía ser al no haber sonado la puerta era Cris. 

Sus manos masajeaban mis tetas, sus labios besaban mi cuello. 

Dos bocas recorriendo mi cuerpo, esto era nuevo para mí, excitante, muy excitante. 

Cris tenía un cuerpo de escándalo, y parecía como si me hubiera leído la mente cuando me acompañó con @melacomes.

Cris desde atrás besaba y recorría mi espalda. Podía sentir sus pezones erectos rozando mi espalda, su lengua en mi nuca.

La lengua de Rober hacía incursiones entre mis labios, pero no podía entrar bien, así que me tumbó sobre los sofás modulares, dejando sitio por ambos lados. 

Rober me abrió las piernas y comenzó a lamer mi coño mojado, desde el perineo hasta el clítoris. 

Lametones amplios, lentos pero potentes, cada vez que subía y bajaba se podía oír el sonido de mi flujo, realmente estaba empapada.

Cris se puso justo en el lado opuesto, estaba en mi cabeza, miré hacia arriba y me besó en la boca, después se echó hacia delante para llegar a mis tetas, dejando las suyas a la altura de mi boca. 

Hacía mucho que no comía tetas, estaban turgentes, suaves, su piel desprendía un olor muy sensual, la crema corporal o el perfume era embriagador, quizás fuera también la mezcla de la excitación. 

Estuvimos un buen rato así, nos chupábamos los pezones, los mordíamos, succionábamos, mientras Rober devoraba mi coño. 

Su lengua se centró en mi clítoris, se hinchó, lo descapulló, succionó y sujetó. Introdujo los dedos en mi interior, provocando mi estremecimiento, no me lo esperaba, normalmente tarda más, pero es cierto que el ritmo de hoy era completamente diferente desde el principio.

-    Alex, siempre dices que quieres sentirte llena y hoy lo vas a estar.

-    Rober, sí. Fóllame, lléname de ti. Cris ponme tu coño en la cara.

Estaba desatada, ninguno de lo dos hizo caso. 

Rober siguió penetrándome con los dedos mientras continuaba lamiendo y saboreando mi coño. 

Por su parte Cris seguía con mi tetas.

Al cabo de un rato, Rober ató mis manos a la argolla de la parte de la cabecera, dejándome medio inmovilizada. 

Cuando regresó a su posición me comió un poco más el coño, levantó mis caderas y me metió su polla lentamente, sintiendo cómo cada centímetro de él entraba dentro mía. 

-  Sí cielo, ya tienes un agujero lleno, ahora toca otro.

Esas palabras resonaron en mi cerebro, sin darme tiempo a reaccionar, cuando Cris se incorporó y  liberó de entre sus piernas una verga igual o más grande que la de Rober. 

La acercó a mi boca, al verla ahí delante…. 

Mi coño se contrajo y mi lengua salió como un resorte a chuparla. 

¡Dios, es cierto, eso no lo había hecho nunca! Dos pollas para mí, pero con la diferencia de que una de ellas tenía la sensualidad de una mujer, con unos labios y unas tetas ….. que quitaban el sentido.

¡Con las ganas que tenía de polla hoy! Noche redonda, polla en el coño, polla en la boca… 
Rober profundizaba en mi ser, con su pulgar acariciaba mi clítoris, mientras mi lengua chupaba los huevos de Cris, tenía las manos atadas, pero deseaba poder usarlas. 

Rogué por mi liberación, pero Cris lo que hizo en vez de liberarme, fue coger mi boca y meter su polla en ella. 

Una incursión profunda, luego la sacó y me besó en la boca. Volvió a metérmela en la boca, pero esta vez no tan profunda, un poco más del glande.

 Dejándome jugar con mi lengua dentro. Lamía su glande, lo rodeaba, metía mi lengua en su agujerito y lo succionaba. 

Deseaba poder controlar la situación.

Cris soltó mis manos, y me fui directa a agarrarla del culo y marcar el ritmo de su polla en mi boca. 
Movimientos lentos, sensuales. 

Estaba muy cachonda, y me estaba poseyendo una sensación de desenfreno como hacía tiempo que no sentía. 

Rober aceleró las penetraciones, su pulgar castigaba mi clítoris, yo por mi parte clavé mis uñas en el culo de Cris y la atraía hacia mí más y más fuerte. 

Quería correrme y quería hacerlo ya. Los huevos de Rober golpeaban en mi culo, y los de Cris en mi cabeza.

-   Mmmm. Seguir, seguir…. Follarme, sí, sí, sí. 

El primer orgasmo llegó y de qué manera. 

Pero quería más, Rober se quitó y me puso a cuatro, dejándome de frente a la polla de Cris. 

Ella cogió mi cabeza y con sus manos en mi cara me la metió de nuevo, la sacaba y la metía. 

Rober me penetró y mojando su pulgar en mis fluidos lo introdujo en mi culo. 

Ahora sí que estaba llena, qué sensación, mi coño, mi boca y culo….

 Estaba plena, quería más y más. 

Apoyé mi cabeza sobre la pelvis de Cris y con la otra le metí dos dedos por el culo una vez impregnados de mi flujo. 

Se estremeció. 

No se lo esperaba. 

Y según me follaba Rober y Cris la boca, la daba yo a ella por el culo.

 Perfectamente acompasados nos íbamos follando los unos a los otros. 

Sentí cómo se la subían los huevos y apretaba mi cara contra su pelvis, miré hacia arriba y vi como se la movían las tetas y cómo me miraba con ganas de correrse ya. 

Así que succioné su polla mientras me la follaba hasta que, apretó los cachetes y sentí los chorros en mi boca, apenas podía respirar. 

Mis dedos la follaban intentando llegar a su uretra, y con mi pulgar la acariciaba el perineo. 

Su culo prieto, mis uñas clavadas en él. 

Rober aceleró y seguía y seguía follándome. 

El ver la corrida que había tenido Cris le puso bruto, y agarrándome bien de las caderas me penetraba más y más fuerte. Plas, plas sus caderas en mi culo. 

Todavía con mi boca llena de leche y apretada contra el pubis de Cris no impidieron que con las embestidas de Rober mi coño se contrajera y empezará a convulsionar. 

Como un tsunami un nuevo orgasmo llegó, mi espalda se contorsionó, empapando la polla a Rober.

Solo faltaba Rober por correrse, su polla estaba dura y bien erguida. 

Quería mandar, y hacer que nosotras siguiéramos disfrutando, me volvió a tumbar boca arriba, se acercó a Cris y la puso a cuatro para me comiera el coño mientras él la penetraba. 

Me puso la polla en mi boca y una vez bien lubricada se fue a ese culito, le dio una azote y la penetró de una sola estocada. 

Cris me mordió los labios al sentir el pollazo de Rober, dando paso a lengüetazos con gula a mi coño mientras Rober la daba fuerte, la tenía agarrada por las caderas, sus huevos rebotaban los unos contra los otros. 

Un sonido increíble, ese plas plas junto a mi chof chof, hacía una melodía espectacular en la sala.

Rober no tardó, la embestía de forma salvaje, la cogió del pelo y la levantó la cabeza. 

Cris me folló justo en ese momento con sus dedos. Su polla volvía a estar dura, así que me incorporé y se la agarré. 

Comencé a meneársela mientras Rober la follaba. Sus dedos buscaban mi punto G. 

Al unísono los tres como si nos conociéramos perfectamente nos acoplamos, los gemidos de todos se mezclaban con los sonidos de nuestros cuerpos, una sinfonía de sonidos, gemidos y olores impregnaban el ambiente de la sala cinco.

Rober dio unas cuantas estocadas más y estalló dentro del culo de Cris, y ella explotó casi a la altura de mi coño, y yo….yo qué os voy a contar, le puse la mano perdida a Cris, la mano y el sofá. 

La cabrona me había provocado un squirt.

Destrozados los tres, nos pusimos en los sofás limpios y degustamos unas copas de ese rico Champán que trajeron al principio de nuestro encuentro entre besos y caricias.

Era cierto, Rober me había sorprendido de la mejor manera posible. Y como supondréis, ese fue solo nuestro primer encuentro.

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